La marca Everlast fue creada por un joven nadador llamado Jacob Golomb, quien utilizó los conocimientos de costura que su padre le había transmitido para crear un traje de baño que resistiera largas jornadas de entrenamiento. Su creación había resultado de muy buena calidad, por eso la bautizó con ese nombre que pretende transmitir la idea del “para siempre”. Aunque la malla no duró todo un año, como lo quería Golomb, sí fue más resistente comparada a la que antes usaba.
Fue así, como el ex nadador creó, a sus diecisiete años, una tienda en el Bronx, Nueva York, dedicada a la venta de indumentaria para nadar, hasta la aparición de Jack Dempsey, en 1917. El futuro campeón del mundo le había pedido un protector que resistiera la exigencia de 12 rounds en los entrenamientos, además de aumentar la protección. Y como Golomb no lo consiguió, lo diseñó.
El cabezal creado para Dempsey impulsó a Golomb a fabricarle guantes, accesorio que utilizó cuando salió campeón de los pesados en 1919. Esta obra del destino, impulsó la frase marquetinera “La elección de los campeones”, utilizada por Everlast para vender sus productos.
Para 1923, Everlast también modificó los shorts de los boxeadores al agregarles un ancho elástico, que los luchadores adoptaron de inmediato como ya lo habían hecho con los guantes.
A lo largo de los años, gigantescos campeones mundiales como Joe Frazier, Rocky Marciano, Joe Louis, Muhammad Ali, Jake LaMotta, Larry Holmes, Mike Tyson, Evander Holyfield y George Foreman fueron algunos de los tantos pugilistas que llevaron en sus guantes o shorts el logo de la marca.
A mital del siglo XX las cosas comenzarían a cambiar para la marca. En 1950 Golomb murió, dejándole la empresa a su hijo Dam, quien le vendió el 50% a Ben Nardof , en 1958. El nuevo socio se convirtió en el vicepresidente de la empresa y el presidente de las filiales comerciales. Este hecho comenzó a alejar a la familia de Jacob de la empresa. Cuando Dam Golomb falleció en 1995, Nardof adquirió la otra mitad de la empresa y desplazó por completo a los genes que la habían creado.
Pero, Nardof no mantuvo mucho tiempo a la empresa bajo su dominio, ya que la vendió a la empresa Active Apparel Group (AAG) en el 2000, a $60 millones de dolares. George Horowitz, quien era profesor de historia en Brooklyn y amante del boxeo, era el presidente de AAG, empresa de prendas deportivas que había comenzado su relación con Everlast en 1993. En ese año Horowitz había empezado a comercializar sus productos de indumentaria femenina a través de Everlast, ya que para esta última ese mercado era un terreno inexplorado.
Luego de la venta a Horowitz, la empresa pasó a llamarse Everlast Worlwide Inc. La nueva dirección de la marca comenzó a ocupar un espectro más amplio del mercado y por eso atrajo nuevos compradores. Holdigns Limited, una compaña global inglesa que a adquirir y agrupar diferentes marcas de indumentaria deportiva, compró a Everlast en 2007.
Hoy, la marca creada hace 100 años cuenta con 20.000 establecimientos en Norteamérica y más 30 a través de Asia, Europa y Sudamérica. La cantidad de dinero que se estima que gana por año Everlast es de $400 millones de dólares. Y, aunque nuevas marcas como Reyes le resten influencia sobre los jóvenes profesionales, la empresa se las ingenia para seguir en la cresta del negocio.
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