El chubutence Lucas Matthysse perdió el invicto contra el yanqui Zab Judah por decisión dividida y mucha polémica en la velada que exponía el título superligero NABO y depositaba al vencedor en el 2º puesto del ranking de la FIB, en el Prudencial Center, Nueva Jersey.
Los polémicos números de los jueces localistas fueron los siguientes: Joe Pasquale y Milton Whitaker 114-113 para el neoyorquino, mientras que la jueza Waleska Roldán 114-113 para Matthysse. Lo que refleja un robo, ya que para el Excéntrico Departamento de Puntuación de Puching Box las tarjetas fueron 114-113 claramente para el argento.
El combate comenzó con actitudes tibias por parte de los pugilistas, ya que los dos primeros rounds los utilizaron para medirse, lejos de los cruces. Judah (40-6-0 2sd; 27 ko), fue el que más ventaja sacó hasta la sexta vuelta porque pudo imponer su estrategia, la cual consistía en mantener distancia con la derecha noqueadora de Matthysse (27-1-0 1sd; 25 ko).
A partir de la sexta vuelta el argentino pudo imponer su pegada cuando, con una excelente condición física, logró recortar distancias. Desde ese momento todo fue del chubutence, que hizo sentir su pesada mano ante un Judah súper resistidor y sin demasiadas respuestas.
En la recta final de la pelea Matthysse se la jugó y salió a tratar de noquear, lo que provocó una caída de Judah en el décimo round luego de recibir una potente derecha en el mentón, golpe del cual se levantó a los ocho segundos. Los restantes dos rounds mostraron algunos cruces en los que se destacó el argentino por la potencia de sus golpes y el estado físico.
Al sonar la campana que determinó el final de la pelea, Matthysse sonrió y levantó los brazos con la firme idea de haber ganado, pero la expresión de la cara cambió y le brotó la bronca luego de escuchar los números de los jueces. “Quiero la revancha cuando él lo desee, aquí estoy. Si me gana, que me gane bien y no con la ayuda de los jueces", arremetió Lucas contra Judah luego de aclarar que la pelea la había ganado él.
Lo positivo de está gran estafa es que Matthysse pudo demostrar su gran calidad como boxeador y el enorme show que puede llegar a presentar ante el público yanqui -que se encargó de abuchear la decisión de los jueces y la victoria del local-, lo que seguramente le abrirá puertas para futuras peleas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario