martes, 31 de agosto de 2010
Cuando el Ringo arrodilló a Ali
Por eso, recordar el segundo en que el gran Muhammad Ali se puso de rodillas ante Oscar Natalio Ringo Bonavena, en el Madison Square Garden el 7 de diciembre de 1970, podría generar un éxtasis en todos aquellos que no tienen memoria y por eso piensan que lo que sucedió hace años fue mejor.
Cassius Clay, dueño del apodo el “Bocón”, por cómo se refería a sus rivales en las preliminares, había pronosticado noquear (rara vez se equivocaba al predecir en que vuelta ganaría) a Bonavena en el noveno round.
Justamente, fue en ese round cuando el de Parque Patricios estuvo más cerca de tirar al yanqui-Musulmán.
La recordada novena vuelta comenzó con una izquierda de Ali que impactó en la cara del Ringo, talvez, tratando de hacerle recordar al argentino que ese sería su último round. A esa altura de la pelea ambos boxeadores todavía conservaban un buen reto físico y por eso pudieron realizar uno de los mejores pasajes en la historia del boxeo.
Alí, quien se presentaba por segunda vez luego de cuatro años y siete meses de inactividad por negarse a alistarse en el ejército de Estados Unidos, cayó y apoyó un pie sobre la lona del cuadrilátero del Madison Square Garden tras recibir un gancho al hígado fulminador. El golpe que Bonavena inyectó sobre la humanidad de Clay, lo hizo retroceder al mismo tiempo que lo dobló como si fuera de goma. A retroceder, el norteamericano, impresionantemente, se elevó en el aire por un segundo debido a la potencia del golpe.
La rodilla izquierda de el Bocón se incrustó en la lona y con ayuda de la mano del mismo lateral del cuerpo se levantó sin demostrar la más mínima dolencia. El estallido del Garden aturdió el audio de la transmisión, y Bonavena reconoció que en el round en el que el moreno pronosticó noquearlo, él había logrado tirarlo.
La confianza que le generó esa temprana situación de round, al porteño lo cargó de pilas y lo llevó a buscar el cruce. Bonavena arremetió con el mismo gancho de izquierda pero sin generar el mismo impactó. El Madison se volvió a levantar provocado por los golpes del argentino. Luego, cuatro trompadas del porteño impactaron en la cabeza de Clay, el Ringo se plantaba, era más, era el mejor de todos por momentos.
El empujón al que Cassius Clay tuvo que recurrir para tirarlo al “Quemero” luego de haber recibido una combinación, fue una clara imagen sobre quién dominaba la pelea. Bonavena se repuso del empujón y con guapeza, pese a haberse comido un derechazo que casi lo tumba –hasta se puede observar que su cuerpo tiembla- , Bonavena lo puso contra las cuerdas al “Más campeón” y con una mano arriba, que hizo menear su cabeza, volvió a poner gritos en las gargantas de los presentes en el estadio de Nueva York.
Un gancho de izquierda y una combinación de Bonavena era lo que le quedaba a esos emocionantes tres minutos de combare. En el round que Ali pronosticó noquear a Oscar Bonavena, el Ringo estuvo a punto de alcanzar la gloria eterna. En la capital del mundo, sobre la capital del boxeo, Bonavena se arrodilló e hizo arrodillar, estuvo a punto de noquear y casi lo noquean.
Mohamed Alí se equivocó con el pronóstico, Bonavena demostró ser más de lo que esperaban. No tan sólo no fue noqueado en el noveno round, sino que tiró a Mohamed Alí. Una imagen que nadie se puede olvidar, sin importar si el tiempo pasado fue mejor.
domingo, 29 de agosto de 2010
Marcos Maidana retuvo la corona con lo justo
Marcos Maidana (29-1 y 27 KO) derrotó al estadounidense Demarcus Corley (37-13-1) por puntos y de forma unánime y retuvo por tercera vez el titulo interino de los superligeros AMB, en el Luna Park.
Las tarjetas de los jueces fueron: Enrique Portocarrero (Nicaragua) 117-110, Aníbal Andrade (Uruguay) 115-112 y Víctor Simons (Panamá) 117-110.
El Chino saltó a la lona del Luna Park, en donde había 11 mil personas, nervioso y a destiempo. El oriundo de Margarita, Santa Fe, se encontró con un rival concentrado y movedizo, quien hizo pesar la experiencia (36 años) y con trabajo de cintura y pies desacomodó al argentino y lo obligó a cambiar la idea de tirar golpes altos para arrancarle la cabeza.
En la tercera vuelta el campeón comenzó a trabajar golpes bajos y combinaciones que debilitaron al yanqui, quien comenzó a exponer un juego sucio utilizando la cabeza con frecuencia. Hecho que derivó en un corte sobre la ceja de derecha de Maidana que, aunque llegó a preocupar, no pesó en el desarrollo del encuentro.
El cuarto round fue el más desencajado del encuentro. El corte al Chino lo molestó y salió a repartir trompadas sin contemplar el mínimo análisis. Lo que obligo a Chop Chop (si, le dicen “Chop Chop” al negro) a utilizar su rapada cabeza como un tercer puño, a lo que el santafesino respondía con piñas en la nuca. Una verdadera pelea callejera en la que el panameño Julio César Alvarado, árbitro de la pelea, se cansó de advertir pero sin descontar puntos.
Las próximas tres vueltas fueron todas del argentino. Fue cuando se sintió más comodo con su estilo. En el quinto round algunos golpes serios llegaron a destino, en el sexto, un uppercut de izquierda domó y dejó sentido al yanqui.
Del 8º al 10º la pelea bajo de nivel por tres razones: Primero, porque el campeón no pudo mantener el ritmo del round anterior y decidió moverse tranquilo. Segundo, el de Washington utilizó su experiencia y categoría para pasear por el ring y no exponerse a la mano pesada de su oponente. Y tercero, acostumbrado a las veladas cortas, el Chino comenzó a sentir la pelea y comenzó a faltarle el aire.
“No demuestres que estas cansado”, le decían al Chino en su esquina antes del 11º. Lo dos últimos round lo mostraron al de Margarita muy cansado, pero el corazón lo mantuvo en pie y hasta lo dejó conectar algunas manos sobre el final de la pelea para levantar a un publico que se fue muy callado del Luna. Marcos ganó, pero le costó mucho, sobretodo en lo físico.
Luego del campanazo final, Maidana aseguró que esta pelea “ayuda para mi carrera y suma en mi experiencia”. Reconoció que Corley lo “asustó un poco” por como planteo la pelea. Respecto al publico, que se fue muy tranquilo dijo: “Vinieron a ver un nocaut, pero vieron a un campeón”.